¿Has sentido que estás en dos lugares al mismo tiempo, pero no completamente en ninguno? Eso es doble presencia: estar físicamente en una reunión, pero mentalmente resolviendo cosas de la casa. O estar con tus hijos/as, pero con el celular encendido y la cabeza en la próxima entrega.
No es solo multitarea. Es vivir en disociación. Es un estado constante de atención dividida, que impacta en la salud mental y agota emocionalmente.
¿Qué impacto tiene?
Esta tensión sostenida puede:
- Aumentar el estrés crónico.
- Generar culpa constante.
- Dificultar la concentración.
- Desconectarte incluso de lo que disfrutas.
- Desgastar vínculos personales y laborales.
¿Cómo se manifiesta?
La doble presencia impacta nuestro día a día afectando nuestra salud física y mental.
- Te sientes en piloto automático.
- Estás irritada/o sin razón clara.
- Saltas de una cosa a otra sin pausa real.
- No logras descansar, ni siquiera cuando se “acaba el día”.
- Sientes que no tienes control del tiempo, siempre estás “corriendo”
¿Qué pueden hacer las empresas?
Porque gran parte de nuestro día lo pasamos en nuestro trabajo, es fundamental que las empresas tomen conciencia de la relación entre salud mental y productividad:
- Reconociendo que la salud mental no se queda en la casa.
- Ofreciendo espacios de pausa, escucha y autocuidado.
- Validando el esfuerzo invisible que hacen muchas personas día a día.
La doble presencia no se resuelve con más exigencia, sino con mas conciencia.
¿Cómo podemos ayudarte?
En Work&Balance contamos con talleres e intervenciones específicas para abordar estas temáticas con los equipos:
- Comunicación consciente.
- Gestión emocional.
- Espacios seguros para conversar lo que cuesta sostener.